"Quiero la esencia inglesa y la sutileza española"
SANTIAGO SEGUROLA - Liverpool
EL PAÍS - Deportes - 04-04-2005
El Liverpool se enfrenta mañana al Juventus en los cuartos de la Liga
de Campeones. El partido mide a dos clubes que han protagonizado buena
parte de la historia del fútbol: dos equipos que representan la mejor
tradición de dos escuelas, aunque el lado heterodoxo del Liverpool le
llevó a manejar conceptos casi impensables en el fútbol inglés. Aquel
equipo de Bill Shankly y sus fieles sucesores -Bob Paisley y Joe
Fagan- cerró su gloriosa época hace 20 años, en el estadio Heysel de
Bruselas, frente al Juventus precisamente. La macabra ofensiva de los
hooligans del Liverpool acabó con la vida de 39 hinchas del equipo
italiano. Por primera vez desde aquella tragedia, los dos equipos se
encuentran en la principal competición del fútbol europeo. En el
Liverpool, el técnico español Rafa Benítez trata de impulsar a un
equipo que ha atravesado años de dificultad.
Pregunta. ¿Encontró las grandes diferencias que se antojan entre el
fútbol inglés y el español?
Respuesta. Aprecié la diferencia inmediatamente. Es grande tanto en el
aspecto futbolístico como en el social, en los modos de vida. El juego
es mucho más físico, con un ritmo más vivo, más enérgico. También es
notable cómo viven los aficionados los partidos y cómo son sus lazos
con los equipos. El ambiente es muy pasional. Los estadios suelen
estar llenos y la atmósfera es muy especial. Se vive el fútbol con una
emotividad superior a la de España. Pero todo eso se relaciona con una
manera diferente de ver la vida. Aquí se hacen muy largos los días. Te
levantas muy temprano y a las siete de la tarde estás en la cena. Pero
no hay mucho que hacer: el invierno es muy largo y oscurece muy
pronto, a las cuatro. A veces, estos aspectos son los que determinan
las dificultades de adaptación.
P. ¿Cómo ha sido la suya?
R. Buena. Tengo mucho trabajo cada día. Casi todas las horas están
ocupadas. El club necesita un impulso y hay que concentrarse en
numerosas áreas. Afortunadamente, me he encontrado con la máxima
colaboración del Liverpool tanto en el respaldo a mi gestión como
mánager como en las facilidades. Las instalaciones son magníficas. A
veces, siento un poco de frustración por no dominar el inglés con más
precisión. En los momentos delicados, cuando hay mucha tensión y
necesitas ordenar algo muy concreto o no tienes tiempo para
explicaciones muy elaboradas, te das cuenta de que te faltan los giros
para explotar al máximo todos tus recursos como entrenador. Pero
también he avanzado bastante en este campo.
P. En Anfield y en la ciudad se ve un orgullo por el equipo que tiene
algo de peculiar y que hace del Liverpool un club diferente.
R. Es cierto. Hace un tiempo pasé algunos días visitando al Manchester
United y el Tottenham, de gran tradición, excelentes clubes. Sin
embargo, no encontré la clase de vínculos que he visto en el Livepool.
El compromiso de sus empleados con el club es excepcional, lo mismo
que el de los aficionados. La predisposición para ayudar es admirable.
Hay un sentido de pertenencia a la institución, un sentimiento de
orgullo, que es quizá su gran secreto, la clave de muchos de sus
éxitos y de su prestigio.
P. En esta atmósfera tan tradicional, ¿hay un peligro de rechazo a la
presencia de tantos españoles?
R. No. Por varias razones. La Liga inglesa ha cambiado bastante desde
la ley Bosman. Los aficionados se han acostumbrado no sólo a la
presencia de extranjeros, sino que han observado que su influencia ha
sido crucial en los éxitos del Arsenal, el Manchester de Cantona o Van
Nistelrooy, o el Chelsea. De lo que se trata es de contar con buenos
jugadores. Si son ingleses, mejor. Mi interés es que los españoles
aporten aspectos necesarios para la progresión del equipo, pero con el
máximo cuidado de mantener lo mejor del fútbol inglés. Para mí, sería
el equilibrio perfecto. Quiero que nuestro juego no sea sólo
intempestivo, directo, y más aún en un equipo que durante muchos años
fue el menos inglés. Me refiero a su estilo de juego, a su búsqueda de
la posesión de la pelota como aspecto fundamental, a la herencia de
Bill Shankly
[el técnico que convirtió al Liverpool en una potencia en los años 60
y 70]. Jugadores inteligentes como Xabi Alonso, Morientes o Luis
García pueden añadir el grado necesario de sutileza sin contrariar la
esencia del fútbol inglés.
P. ¿Hasta qué punto siente la exigencia de un club que durante casi
dos decenios fue una de las grandes referencias mundiales?
R. La siento como un factor de motivación. Observas el orgullo de la
gente y, lejos de sentirlo como un peso, te anima a intentar devolver
al Liverpool a la cima. Es una carga agradable. Así lo veo, porque te
exige más responsabilidad y lo único que quieres es devolver con
títulos el apoyo que recibe el equipo en todos los momentos.
P. A principios de año, recibió duras críticas en la prensa
londinense. ¿Tuvo la impresión de estar en dificultades?
R. Nunca he tenido esa sensación. El club ha tenido un comportamiento
perfecto. Siempre me he sentido respaldado a pesar de las tremendas
dificultades con las lesiones. Varios jugadores han pasado por el
quirófano o atravesado largos periodos sin jugar. Y casi todos
fundamentales: Gerrard, Xabi Alonso, Cissé, Baros, Josemi, Sinamá,
ahora Hamann... Sin embargo, el equipo ha respondido bien. No tenemos
las inmensas posibilidades económicas del Manchester, del Chelsea o
del Arsenal, pero estamos en la situación adecuada para acercarnos a
ellos.
P. ¿Cuáles son sus ideas básicas respecto al equipo?
R. La primera es practicar un buen fútbol, bien elaborado,
inteligente, compensado. En segundo lugar, tenemos que adaptarnos
mejor a las situaciones que nos incomodan, sobre todo al juego directo
de la mayoría de los equipos ingleses. En muchas ocasiones no lo hemos
logrado y hemos tenido malos resultados ante rivales inferiores. Si
logramos aligerar este problema, el equipo dará un buen salto, sobre
todo por la confianza que se generaría en los jugadores.
P. ¿Cómo califica el rendimiento de sus españoles?
R. Xabi Alonso arrancó de manera fenomenal. Inmediatamente se
convirtió en la referencia del equipo. No tuvo ningún problema de
reconocimiento. Recibió excelentes críticas y la gente se sintió
encantada con él. Su adaptación a la ciudad y al campeonato ha sido
magnífica. Josemi funcionó muy bien en el lateral derecho, pero se
lesionó pronto. Núñez, que llegó sin que el club pagara traspaso
alguno, estuvo lesionado los tres primeros meses. Ahora comienza a
aportar su velocidad por la banda derecha. Luis García ha tenido altos
y bajos, pero su aportación ha sido decisiva. Es un jugador
fundamental para nosotros porque es muy listo, sabe generar peligro
entre líneas y tiene gol. Morientes ha pagado su inactividad durante
los meses anteriores. Cuando se acerque a su mejor nivel, nos
permitirá un salto de calidad.
P. Le pone de segundo delantero, como en el Mónaco. ¿Por qué?
R. Quiero aprovechar su experiencia en el Mónaco para que nos aporte
una mejor lectura en el juego de ataque. Con jugadores como Morientes
ganas tiempo porque sabe lo que tiene que hacer y la gente mejora a su
alrededor.
P. Ahora ha contratado a Pellegrino. ¿Qué añade?
R. Es uno de los mejores profesionales que he visto, un jugador muy
experto y un hombre muy inteligente. Sabe manejar toda la defensa.
Ayala, que es un gran central por sí mismo, era aún mejor cuando
jugaba a su lado.
P. Gerrard está en boca de todo el mundo. Le quiere el Chelsea y
también se le tiene como objetivo del Madrid. ¿Cómo le define?
R. Como un jugador del Liverpool que no queremos que se vaya de
ninguna manera. Le quiero aquí, le necesitamos aquí. Es una bandera y
él lo sabe. Es muy completo. Es el más adelantado de los dos que
ocupan el eje en el medio campo. Tiene calidad, desplaza muy bien la
pelota, es valiente, su despliegue físico es generoso, competitivo,
con un buen remate de media distancia... Aún debe madurar un poco como
futbolista.
P. Es la primera vez que desempeña el cargo de mánager. Se tiene que
ocupar de lo técnico y de la gestión del equipo. ¿Una experiencia
complicada para quien viene estrictamente de la parte técnica?
R. Un mánager puede aportar muchas cosas al entrenador. Pero es
necesario que sea responsable. Es una figura respetadísima en
Inglaterra. Eso le da un poder enorme. El problema es que el poder
tiende a corromper. Hay que estar alejado de esa tentación
absolutista, mantener firmes los criterios, mantenerse alejado de la
idea de que el mánager está por encima del club. Eso es lo que
pretendo aquí.
P. ¿Reconoce en el juego del Liverpool el trabajo que hace?
R. Comienzo a reconocerlo, pero todavía no nos hemos estabilizado. Las
lesiones nos han machacado. Muchas veces me digo: 'Éste es mi equipo'.
Otras no veo lo que quiero. Es normal en una temporada con muchas
dificultades.
P. La eliminatoria contra el Juventus, en la Liga de Campeones, está
marcada por muchos factores, algunos extremadamente emocionales. ¿Pesa
todavía la tragedia de Heysel en el Liverpool?
R. No hablamos apenas de ello. Es como si no quisiéramos que salga un
tema tan doloroso para el club y los aficionados. Sabemos que está
ahí, en la memoria, pero procuramos no mortificarnos.
P. Su equipo parte como víctima en los pronósticos.
R. El Juventus es favorito. Es líder en la Liga italiana y no se puede
cuestionar su solidez. No podremos contar con Xabi Alonso, Cissé,
Morientes, Pellegrino, Hamann, Sinama... Pero el Liverpool tiene
buenas posibilidades. Ha funcionado muy bien y hay un fervor enorme en
jugadores y aficionados. Si hacemos las cosas bien, no conviene
descartarnos.