
En la 2004-2005, el albaceteño criado en La Masía disputó 37 de los 38 partidos de Liga con el FCB, el máximo junto con Etoo, y también participó en los 8 de la Champions League. Sólo fue titular en 11 de ellos, y jugó pocos completos, pero fue sin duda el jugador número 12 del Campeón de Liga en una temporada que afrontó el Barça casi en cuadro, por las duras lesiones casi al principio de temporada de Edmilson, Motta, Gabri y Larsson. Iniesta siempre fue el primer cambio de Rijkaard, y su presencia fue siempre indispensable en cada partido tanto para los técnicos como para los aficionados.
Esta temporada sin embargo insistimos en que su papel había menguado. Ya no participaba de manera contínua en todos los partidos, el fichaje de Van Bommel y la presencia habitual de Edmilson y Motta le cerraba el hueco. Quizá poco beneficiado por el excesivo protectorado de cierto popular periodista, y cargando un cierto sanbenito de jugador sin gol (muchos recuerdan el tiro al palo en Stamford Bridge el año pasado) y con poco carácter, su relevancia en el equipo había disminuído enormemente.
Iniesta empezó a ser conocido como jugador alevín del Albacete CF, y fue fichado para las categorías inferiores del Barcelona. De ahí hasta los 16 años vivió en La Masía, y su nombre reapareció cuando empezó a entrenar de vez en cuando con el primer equipo. Viéndolo actuar, fue el mismísimo Pep Guardiola el que entró un día en el vestuario diciendo "Hay un chaval que se llama Andrés que es lo mejor que he visto nunca en el fútbol, me retirará en muy poco tiempo".
Desde la llegada de Johan Cruyff si de algo ha podido presumir el Barça es de la calidad y cantidad de mediocentros que han salido de su cantera: Milla, Amor, Guardiola, Celades, Cesc Fábregas, Arteta, Gerard, Xavi e Iniesta. Por ese destino marcado que todos llevan parece que hay bastante amistad entre casi todos ellos.
Bien, pues llegados a esta temporada 2005-2006, el Barça se encuentra en un momento en el que tiene la Liga casi ganada y quiere repartir esfuerzos para poder optar a la Liga de Campeones. Se topa con un partido en Donosti en el que la Real Sociedad le quita la posesión del balón y se lesiona Márquez a los 15'. Pues ahí aparece Iniesta. Se coloca en la posición de 4 y da un recital. El equipo empieza a jugar alrededor de él. Llega la siguiente jornada, tampoco es titular. Ante el Getafe. El partido vuelve a enmarañarse (a Motta, Deco y Van Bommel les cuesta sacar el balón jugado con limpieza) y Rijkaard le pone tras el descanso. También por delante de la defensa. Mismo o mejor resultado. El Barça de su mano hace una gran segunda mitad, gana el partido y Andrés recibe numerosos halagos de técnicos y compañeros...tantos que, uno de los de la cofradía del mediocentro, el lesionado y añorado Xavi Hernández, bajó corriendo aún casi cojo del palco al vestuario para felicitarle con un expresivo "¡Máquina!" y un abrazo entre dos de los jugadores con más talento del fútbol español.
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