
El
FC Barcelona jugará el próximo 17 de mayo en París la quinta final de la
Copa de Europa de su historia. Esa es la noticia y la realidad. Para llegar a ella, el Barça ha sufrido en la vuelta de la semifinal ante el
Milan. Los italianos, con menos fútbol y más edad que los azulgrana, apelaron a su historia y a su leyenda de supervivientes para tratar de plantarse en la final, pero no ha sido suficiente. Un equipo que realmente tira una vez a puerta y no saca ni un córner pero que provoca la tensión y casi el drama en el
Camp Nou, evidentemente merece un respeto. Con
Sandro Costacurta, con sus 40 años, de titular en la defensa, la intentona era ya casi heroica.
Dida salvó los errores del veterano ante
Etoo y a partir de ahí los dos equipos se agarraron con fiereza a cada
oreja de la Copa.

El Milan seguramente ha sido el primer equipo en tutear realmente, mirándole a los ojos, al FCB en los últimos dos años y medio. El resultado de la ida (0-1) también condicionó el juego del Barça, pero el Milan pareció más peligroso que el
Chelsea. La tensión de casi rozar una final después de 12 años también añadía nervios por el lado local, pero definitivamente los de
Rijkaard han aprendido la lección que no aprobaron el año pasado en
Stamford Bridge. Como, al igual que en Londres, trajo de Milán un buen resultado, el equipo pudo jugar con el sostén de ese marcador favorable y no se descompuso jamás. Protagonista, junto con el esfuerzo global del equipo, de nuevo
Andrés Iniesta. Jugó como un veterano, pero con la chispa y la imaginación de lo que es, un talento inmenso. Ya no necesita demostrar nada a nadie. Mejor no se puede jugar, formaría con un
Xavi recuperado un centro del campo exquisito. Como aventuró Guardiola hace más de diez años,
"éste nos retirará a todos"...hasta
Henry habla maravillas de él.
Chapeau!
Al final del partido las lágrimas de
Clarence Seedorf repetidamente abrazado a
Ronaldinho, ganador de tres Copas de Europa y con equipos distintos y que por decisión de
Van Basten no jugará el Mundial, escenifican seguramente un cambio, una sucesión en la élite europea, la de un equipo orgulloso que ha jugado dos finales (con un título) y una semifinal en tres temporadas y ha envejecido con dignidad como bien dice mi amigo
Ángel Méndez.
Dentro de tres semanas veremos si se confirma el traspaso de poder o qué puede hacer otro equipo joven y en reconstrucción, el
Arsenal de
Wenger y del deseado
Henry.
Por último, para todos aquellos que tienen el mal gusto de hablar de arbitrajes, ningún árbitro te da el pase a una final europea; cuesta tanto sufrimiento alcanzarla y por descontado vencerla, que ni cuando la ganas con un gol en fuera de juego se debe hablar de árbitros. Ni siquiera si alguien tiene imágenes mágicas que demuestren que Shevchenko no está en fuera de juego, o quien juzgue que Costacurta no debió ser expulsado. Es mi humilde opinión. Al menos la Copa de Europa, en su 50º aniversario, competición que ha hecho grandes y míticos a muchos clubes, merece ese respeto.
3 comentarios:
Ha sido una gran eliminatoria. Yo no mi planteo la jugada de Sheva. El Milan prácticamente no ha protestado.
Ójala tengáis suerte y ganéis la final, así ya seréis un grande de Europa. Ya tendriais dos copas de Europa e igualarías con el Nottingham Forest (años 79 y 80). PFff, que logro.
En serio, suerte.
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