El escritor nigeriano y premio Nobel Wole Soyinka se reunió ayer con niños y jóvenes del Pozón -un sector pobre de Cartagena de Indias- que escriben su propia revista, Caja mágica. El poeta encantó a sus interlocutores con esta historia: de niño, su curiosidad lo llevó a hacerse mil preguntas y a buscar las respuestas en los libros. "Nunca estaba satisfecho. Decidí darme mis propias respuestas en mis propios libros".
Soyinka es uno de los invitados del Hay Festival, un evento literario que nació en Inglaterra y que desde el año pasado tiene una réplica en esta ciudad colonial y amurallada. La visita a este barrio de calles sin pavimentar y casas de madera la coordinó Plan Internacional, organización que nació rescatando a huérfanos de la Guerra Civil española. El Hay Festival adoptó como causa social el trabajo de esta organización en Cartagena.
El jueves fue la primera jornada de esta gran fiesta alejada de protocolos y formalismos. Literatura y fútbol fue el inicio de la maratoniana secuencia de eventos que empiezan siempre con puntualidad inglesa. El redactor jefe de Cultura de EL PAÍS y durante años destacado cronista deportivo, Santiago Segurola, hizo una afirmación contundente: "Los países que despuntan en fútbol -Argentina, Italia, Brasil...- han tenido grandes discursos intelectuales o literarios alrededor de este juego".
Se quejó de los intelectuales que le han dado la espalda a algo que interesa tanto a la gente. "No lo entiendo", dijo.
Jorge Valdano, considerado el filósofo de este deporte, se refirió al balompié como "la cosa más importante de las no importantes". El árbitro de la charla fue el periodista colombiano Daniel Samper Pizano.
Soyinka es uno de los invitados del Hay Festival, un evento literario que nació en Inglaterra y que desde el año pasado tiene una réplica en esta ciudad colonial y amurallada. La visita a este barrio de calles sin pavimentar y casas de madera la coordinó Plan Internacional, organización que nació rescatando a huérfanos de la Guerra Civil española. El Hay Festival adoptó como causa social el trabajo de esta organización en Cartagena.
El jueves fue la primera jornada de esta gran fiesta alejada de protocolos y formalismos. Literatura y fútbol fue el inicio de la maratoniana secuencia de eventos que empiezan siempre con puntualidad inglesa. El redactor jefe de Cultura de EL PAÍS y durante años destacado cronista deportivo, Santiago Segurola, hizo una afirmación contundente: "Los países que despuntan en fútbol -Argentina, Italia, Brasil...- han tenido grandes discursos intelectuales o literarios alrededor de este juego".
Se quejó de los intelectuales que le han dado la espalda a algo que interesa tanto a la gente. "No lo entiendo", dijo.
Jorge Valdano, considerado el filósofo de este deporte, se refirió al balompié como "la cosa más importante de las no importantes". El árbitro de la charla fue el periodista colombiano Daniel Samper Pizano.
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