sábado, marzo 29, 2008

¿Y si el fútbol español fuera serio?

¿Alguien puede imaginarlo? Tenemos unas aficiones estupendas por regla general, con una importante disminución de la plaga ultra. Clubes potentes, con pestigio europeo. Buenos entrenadores y futbolistas, pero…

A poco menos de 24 horas de su celebración se decide el estadio y ciudad donde se jugará un partido de Liga, en medio de una bochornosa semana burocrática de comités amateurs más propios de un país tercermundista que de la España del siglo XXI. Se establecen medidas sancionadoras sin ningún tipo de criterio que producen situaciones, en parte comprensibles, como que miembros de un equipo en cuyo estadio se agrede a un portero rival se sienten injustamente tratados debido a un tratamiento distinto respecto a otros hechos similares.

La Federación Española, en vez de estar preocupada por el deporte aficionado y de base, vive secuestrada por un dirigentes sólo preocupados de mantener su poltrona y se encuentra increíblemente enfrentada al propio Gobierno, saltándose a la torera las leyes y provocando enfrentamientos con la FIFA hasta el punto de poner en riesgo la participación de los clubes en los torneos europeos y de la selección en la Eurocopa..¡como si no nos costara ya suficiente trabajo clasificarnos!

En Inglaterra, la Premier League hace oficial casa mes de agosto el calendario y horarios de partidos para toda la temporada, a nueve meses vista. Las máximas facilidades para que los aficionados puedan planificarse sus viajes y su asistencia a los estadios. Aquí, se hacen públicos los horarios, en el mejor de los casos, con diez días. Por experiencia propia puedo hablar de la dificultad que eso supone a la hora de conseguir entradas, viajes u hoteles si quieres ver a tu equipo y coincide que el mismo no es de la ciudad en la que resides habitualmente.

Tema televisivo. Y pongo de nuevo como ejemplo a la Premier, sin duda modelo de organización y optimización del producto que venden. Sky Sports, tenedora de los derechos de retransmisión de los partidos, cuenta con ocho millones de abonados de pago. Dejando un lado la difusión que eso da a los clubes británicos, el importe que paga el canal posibilita que cualquier equipo tenga recursos suficientes para comprar buenos futbolistas, invertir en sus instalaciones y en profesionalizar el club.

En España se viven episodios tan lamentables como que ciertos partidos se vean por varios canales, emisoras televisivas obvian los contratos firmados y casi piratean la señal de la competencia, a diez minutos de empezar el partido o incluso ya en juego se hacen llamadas, amenazas de corte de emisión…Los dos grandes, Real Madrid y FCB, han firmado contratos con Mediapro, presuntamente millonarios, que nadie conoce ni parecen tener totales garantías de pago.

En definitiva, los dirigentes del fútbol español hacen todo lo posible para que el aficionado se aparte de su deporte favorito. El arraigo de la gente por su equipo seguramente será indestructible por mucho que hagan los que vegetan en los despachos, pero luego que no extrañe a nadie que en cuartos de final de Champions la mitad de los equipos sean ingleses.

La llamada Liga de las Estrellas, frase seguramente desproporcionada acuñada en 1996, en plena efervescencia del maná televisivo, ha dado paso un campeonato permanentemente inmerso en problemas, incidentes, dudas interesadas sobre la imparcialidad arbitral por la dejadez de la LFP y los métodos arbitrarios (nunca mejor dicho), anticuados y cuasi mafiosos de la RFEF, y cuyo prestigio va disparado hacia el caos del fútbol italiano. Además, los dos grandes, con su irregular (siendo generosos) rendimiento deportivo de las dos últimas temporadas, están acentuando involuntariamente esa impresión de campeonato en declive.

El fútbol en España es un valor seguro pero actualmente tratado por dirigentes de un nivel ínfimo. Aquí y en toda Europa es un producto que obtiene rentabilidad a través de la pasión y de los sentimientos del aficionado. En Inglaterra los clubes no son ni mucho menos ong´s, pero no se olvidan del espectador. Aquí, quién sabe si la paciencia puede tener un límite.


En NdF | Distintas varas de medir…

Publicado originalmente en Notas de Fútbol

miércoles, marzo 12, 2008

Discípulos de Sir Alex

Del latín ‘discere‘ (aprender), la palabra ‘discípulo’ tiene una complicada aplicación en el mundo del fútbol. Acostumbrados a entrenadores que dicen ‘haberse hecho a sí mismos’, es extraño que un técnico de nivel reconozca la influencia en su formación de un técnico con mayor currículum que él. Parece como si al reconocer ese ‘apadrinamiento’, los méritos del técnico joven, del discípulo, se vieran disminuidos drásticamente.

Si hay un técnico en el fútbol mundial al que no sólo se le puede considerar como maestro de un buen número de discípulos, sino al que estos mismo discípulos han reconocido su maestría, no es otro que Sir Alex Ferguson. El técnico escocés ha ido sembrando con las mejores simientes el panorama futbolístico británico. No son pocos los futbolistas que, tras pasar como brillantes alumnos por las clases magistrales de Fergie, han decidido emprender su propia carrera como técnicos de primer nivel, siempre con la figura del más grande de las últimas décadas como guía.

El éxito de Sir Alex, tanto en Aberdeen como en Old Trafford, ha servido de inspiración a un buen número de ex futbolistas que, tras haber servido a sus órdenes y haber mamado sus métodos en primera persona, han decidido convertirse en entrenadores a la imagen y semejanza de su maestro. Su carácter único y su capacidad como motivador y conductor de vestuarios (en algunos casos con varias vacas sagradas conviviendo en el mismo establo), han hecho de Ferguson un modelo a seguir que ya comienza a dar sus frutos.

Quizá uno de los casos más cercanos y evidentes lo encontramos en Roy Keane. El temperamental centrocampista irlandés, brazo armado de Fergie en los años más dorados del United del trébol, entró en la elite de los entrenadores a los pocos meses de haber colgado las botas en el Celtic. Su primer destino, un Championship como el Sunderland, al que consiguió ascender el pasado año a la Premier League. Su papel está siendo destacado con los Black Cats, manteniendo al equipo alejado de un descenso que tratan de evitar un buen número de equipos, algunos de ellos de postín. Sir Alex ya se ha decantado por Keano a la hora de designar su sucesor al frente del banquillo del United.

Pero no es el único. Mark Hughes, delantero galés del United de la primera mitad de la década de los 90, lleva cuatro años ejerciendo de técnico del Blackburn Rovers, todos ellos en la máxima categoría, y con notables resultados, incluyendo varias clasificaciones para competiciones europeas, quedando por encima de bastantes clubes con mayor potencial económico y social que los de Ewood Park. Su paso previo a la Premier League no fue tampoco un juego de niños: fue seleccionador de País de Gales desde el 99 hasta el 2004.

Otro ex jugador de Ferguson con un ya extenso y brillante palmarés como entrenador es el admirado Bryan Robson. Internacional absoluto en 90 ocasiones y más de 300 partidos con la camiseta del United, Robson incluyó en su formación como técnico el paso por la figura del player-manager, algo que se estila mucho en las islas y que fuera de ellas parece poco menos que un pecado. Su primer destino fue el Middlesbrough, su último club como jugador, al que consiguió ascender a la Premier League y llevar a dos finales (una de FA Cup y la otra de League Cup) en la década de los 90, promoviendo de manera notable el salto de calidad dado por el club en esos años. Tras su salida de Riverside, Robson ha desarrollado su carrera en clubes punteros de la Championship. Así, las dos anteriores temporadas trató, infructuosamente, de ascender al West Bromwich Albion, y en esta 2007/08 se ha hecho cargo de un recién descendido como el Sheffield United.

Steve Bruce ha desarrollado una importante y notable carrera como técnico del Birmingham City, club con el que ha ascendido en dos ocasiones a la Premier League y del que también formó parte como jugador a su salida del United. Tras su último ascenso, la pasada temporada, las cosas no iban todo lo bien que los propietarios del club entendían que debían de ir, lo que motivó la destitución de Bruce. A los pocos días, el Wigan se hacía con los servicios de un entrenador que se está doctorando en cómo sacar el máximo rendimiento de clubes con una plantilla limitada.

Precisamente, el sustituto de Steve Bruce al frente del club de St. Andrew’s, Alex McLeish, fue jugador de Ferguson… en el Aberdeen de la Recopa del 83, llegando a jugar casi 500 partidos con la camiseta del club escocés. Su palmarés como entrenador está fuera de toda duda, tras haber dirigido al Rangers durante cinco temporadas, y haberse hecho cargo de la selección escocesa en su camino a la Eurocopa en el último año, contando en su haber con la histórica victoria en el Parque de los Príncipes ante Francia (0-1).

Son algunos, quizá los más reconocidos o los que mayores logros han reunido hasta la fecha, pero no son los únicos. La nómina de discípulos de Sir Alex Ferguson es extensa, y parece crecer cada temporada. Paul Ince (Milton Keynes Dons), Chris Casper (Bury) o Laurent Blanc (haciendo un brillante papel al frente del Girondins de Burdeos en la presente campaña), son algunos ejemplos de la fertilidad de las semillas de Fergie.

Borja Barba en Diarios de Fútbol

 
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