viernes, agosto 29, 2008

El sentido trágico del fútbol

¿Quieren pruebas? Ahí tienen al Indio Abdón Porte con su fecha, el 5 de marzo de 1918. Se acuerdan del Indio Abdón, ¿no? Claro, todo el mundo se acuerda del Indio. Acabó el partido y el Indio, mediocentro de Nacional, gloria del fútbol uruguayo, festejó con los compañeros. Bebió y rió con ellos, y debió darles buenos consejos, porque el partido, para un buen mediocentro, no termina nunca. Luego, pasada la medianoche, se volvió al estadio del Parque Central. El club pensaba traspasarle por viejo: tenía ya 27 años, 27 años de los de 1918, y no le veían tan fuerte como antes. Pero el Indio iba a quedarse. Esa noche, la noche del 4 al 5 (los números del mediocentro), caminó hasta el centro exacto del campo (el territorio del mediocentro), sacó un papelito con el último poema (“Nacional, aunque en polvo convertido y en polvo siempre amante…”), empuñó un revólver y se reventó el corazón.

Nada, una casualidad, un mediocentro depresivo, dirán algunos. ¿Casualidad? Pues hablemos de Ago. ¿Lo recuerdan, al pobre Ago? Espigado, elegante, nunca un paso en falso: el mejor mediocentro que tuvo la Roma. Y en esa Roma estaba Falcao, cuidado. Agostino di Bartolomei, Ago, fue el capitán de la Roma en la temporada 82-83, la temporada del scudetto glorioso, el primero en más de 40 años y el segundo en la historia romanista. La temporada siguiente, la Roma irrumpió en la Copa de Europa con un fútbol espléndido. Y con malas artes, para qué negarlo: el árbitro de la semifinal fue sobornado, pero eso no fue culpa de Ago. El caso es que la final se jugaba en Roma, en casa, contra el Liverpool. Era el 30 de mayo de 1984. “El partido de mi vida”, anunció Ago. Empate en los 90, empate en la prórroga y, en los penaltis, victoria inglesa. Fue la noche más negra de la Roma.

La temporada siguiente llegó Eriksson al banquillo, y Ago fue traspasado al Milan. Riñó con sus antiguos compañeros y su juego se hizo más y más melancólico hasta que, en 1990, colgó las botas. Ago se lo tomó con más calma que el Indio y esperó 10 años. Exactamente 10. El 30 de mayo de 1994, décimo aniversario del desastre, Agostino di Bartolomei dejó un papel sobre el escritorio (“Me siento encerrado en un hoyo”), salió al balcón de su casa, empuñó un revólver y se reventó el corazón.

¿Les basta? Ni el portero, ni el ariete, ni el extremo: esos son neuróticos, maniáticos de lo suyo. Quien sufre de verdad, quien conoce el sentido trágico del fútbol, es el mediocentro. Y no hablo del que juega de mediocentro. Gente como Capello o Rijkaard, o tantos otros, sólo jugaban de eso. Estaban ahí, para entendernos. No, no, me refiero al que es mediocentro y no sirve para nada más, porque tiene un partido en la cabeza y necesita que encaje con la realidad; me refiero al que sufre el ansia del gran partido perfecto.

Ese inventor de partidos, ya lo han visto, es muy especial, raro y delicado. Como Guardiola y Schuster, sin ir más lejos: en los dos banquillos augustos se sientan dos de la estirpe. Por supuesto, no esperen que asome un revólver. Esperen ansiedad, eso sí. Será una temporada agónica, bajo el signo del mediocentro. Confío en haberles convencido.

Enric González en El País

martes, agosto 19, 2008

Regresa el Chelsea más ambicioso



Por fin comenzó la Premier League 2008/2009. Los JJOO son una maravilla: Phelps, Bolt, Isinbayeva, los españoles. Pero para los enfermos del fútbol, pocas cosas comparables a ver por tv por ejemplo la ilusión de la hinchada del Sunderland con su equipo o los rugidos de Old Trafford con el debut del Campeón.

La semana previa al inicio del fútbol oficial en Inglaterra nos dejó moral y buenas noticias para el Chelsea. En primer lugar, por fin, la renovación de Frank Lampard. Tras año y medio de negociaciones, coqueteos con Barça o Inter, el ‘8’ de los blues se queda. Seguramente, como cualquier otro jugador profesional, la espera se ha producido por motivos económicos, pero el orgullo de permanecer en su equipo de casi toda la vida (recordemos que Frankie creció en la cantera del West Ham) se hizo visible en sus declaraciones tras la firma.

Paralelamente, el otro capitán del equipo, John Terry, parece recuperado de la decepción de Moscú y realizó toda una declaración de intenciones, ambición y positivismo ante las medios de cara a la nueva temporada de su equipo. Se mostró encantado con Scolari, amenazó de manera afable a su ex-jefe Jose Mourinho anunciándoles que iban hacia sus registros de títulos, y por último quiso convencer a aficionados propios y rivales de que el Manchester United ha tocado techo. Que Cristiano Ronaldo no volverá a rendir como en el curso pasado y que la distancia entre ambos equipos ha disminuido.

Con Scolari en su seguramente última oportunidad de club de élite europea, Lampard renovado y contento, Terry embarcado en una misión, Drogba y Anelka garantizando gol, el talento de Joe Cole y la guinda de Deco, las palabras de Terry me suenan proféticas. Quizá nos riamos de esto allá por mayo del 2009 con el tercer título del United, pero para mi, favoritos este año, los dueños de Stamford Bridge. En el debut, un rotundo 4-0 al Portsmouth.

En Old Trafford, un poco de paciencia. El empate inaugural ante el Newcastle de Keegan no debe poner nervioso a nadie. El año pasado también empezaron titubeantes y todos sabemos cómo acabó la temporada. Además, sin Cristiano, Tévez, Nani, Hargreaves, Anderson o Saha, y Carrick y Rooney aún renqueantes por el virus contraído en Nigeria, pocos juicios de valor se pueden emitir. La duda importante ahora es si irán hasta el final a por Berbatov o si Ferguson está contemporizando y dará minutos al prometedor Campbell.

El Arsenal jugará por momentos mejor que nadie, seguramente, pero creo que ha perdido potencial con las salidas de Hleb y Flamini. Si Nasri mezcla bien con Fábregas, nos harán disfrutar. Pero de ahí a que ganen algo…

Y el Liverpool...¡ay, el Liverpool! Benítez necesita hacer algo ya en la Premier. No puede volver a deambular entre la tercera y la cuarta plaza otro año más. The Kop es fiel pero ansía el título, o al menos pelear por él, y de los dueños americanos ya ni hablamos. El manager sigue enfadado y reclamando dinero para fichar a Barry, pero quien ha fichado a esos grandes artistas del balón en mediocampo llamados Mascherano o Leiva, ha sido él. En Sunderland el sábado fue zarandeado por el apañado equipo de Roy Keane, hasta que Fernando Torres les sacó del lío y del previsible empate a cero. Deben mejorar.

¿Hay vida más allá del habitual top four? Todos los analistas citan a los Spurs de Juande y al City de Hughes. Mi apuesta, coincidiendo con la de Axel Torres, el Vila de Martin O’Neill…si retienen a Barry, claro. A disfrutar.

En NdF | Los fichajes de la Premier League 2008-2009
En Brit Corner | La primera jornada, en cinco imágenes

Publicado originalmente en Notas de Fútbol.

 
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