viernes, junio 04, 2010

La dictadura de los representantes


Al fin lo ha conseguido. Tras abonar el terreno durante seis meses, el tristemente célebre Dimitri Seluk, representante de Touré Yayá, está muy cerca de lograr su objetivo y tramitar la salida de "su" (escrito con toda la intención) jugador rumbo a Inglaterra, posiblemente al Manchester City. El último episodio de esta triste tragicomedia, hoy mismo: "Si a Laporta le gusta tanto Touré, le podía haber explicado por qué ha jugado tan poco. Este año no hemos hablado ni una vez, y si Yaya se va es porque ha faltado esto".

Para deleite general, a Seluk le ha salido un digno adversario en el difícil arte del funambulismo que reina en los traspasos de futbolistas: Mino Raiola, agente de Ibrahimovic. Su última perla, apostar por el ingreso en un hospital psiquiátrico de Pep Guardiola si Ibra no es titular, con el argumento del elevado precio pagado por el Barça al Inter este pasado verano.

Otros casos inolvidables fueron Pitta y Martins, capaces de agotar la paciencia de Núñez y Gaspart en 1997 y enviar a Ronaldo, tras la mejor temporada de su carrera y en un entorno ideal para él, a Milán...para años más tarde ser detenidos y condenados a once años de prisión por un delito de evasión y fraude de divisas. Y cómo olvidar a José Veiga y el verano de 2000, con Figo, Florentino, Gaspart...y el portugués vestido de blanco. Todavía hoy, dice la leyenda que si Figo duerme en un hotel de la cadena de Gaspart, éste ordena que le dejen mensajes en la habitación...Podríamos seguir, pero la lista sería interminable: Robinho, Adebayor, Ashley Cole, Vieri, Rivaldo, Anelka...con todos sus agentes miembros destacados del club del 10%.

Lo grave no son las declaraciones delirantes a la prensa, la búsqueda (lícita) de mejorar los contratos de sus representados o incluso forzar fichajes no previstos y renovaciones anuales disfrazadas de "falta de cariño"; lo verdaderamente importante es comprobar, de manera cada vez más frecuente, cómo los representantes poseen el poder suficiente para condicionar el día a día y la politica deportiva en clubes que manejan más de cuatrocientos millones de presupuesto. Una de las honrosas excepciones de la profesión, según cuentan quienes han tratado con él, es Jorge Mendes. Absoluta profesionalidad, seguro que así es. Trabajar tan bien, por añadidura, le permite a Mendes y su empresa cerrar operaciones múltiples, llevar por ejemplo dos jugadores a un equipo cuando realmente sólo estaban interesados inicialmente en uno...beneficios colaterales.

Para no ser menos, en cuanto un chaval en edad cadete comienza a destacar mínimamente con la pelotita, se le busca un representante para que "lleve sus asuntos". Si el progenitor tiene formación suficiente, él mismo. Así, desde el principio se inicia la carrera en búsqueda del mejor postor, de mudanzas frecuentes que dejan suculentas comisiones por el camino, y futbolistas que demuestran muy poca personalidad permitiéndolo. Los one-club men, jugadores que comienzan y terminan su carrera en el mismo equipo son una especie en vías de extinción: en activo actualmente, Del Piero, Giggs, Scholes, Gary Neville, Totti, CarragherRaúl, Casillas, Xavi, Puyol (¿Gerrard?) lo tienen cerca aunque aún no lo han conseguido. Retirados hace relativamente poco, Guerrero, Maldini, Costacurta, Baresi, Tony Adams, Augenthaler, Bergomi, Le Tissier, Ricken, Sanchís, Ricardo Bochini...la antítesis del mercenario.

En la NBA, ejemplo recurrente en este tipo de reflexiones, los jugadores no tienen prácticamente ni voz ni voto mientras tienen contrato en vigor; son las franquicias quienes deciden los traspasos. No dudo de la pasión con la que se van a vivir las finales en L.A., Boston y todo Estados Unidos, pero, en una muestra más de ingenuidad, me gustaría creer que no es lo mismo, que el sentimiento que evoca un club de fútbol en los aficionados puede ser, en algún caso, compartido por los propios futbolistas, y que un puñado de euros no sea, siempre, motivo de traslado...

2 comentarios:

Guillermo dijo...

No podría estar más de acuerdo.
Los representantes son, sin duda alguna, el cáncer del fútbol actual, casi a la altura de la clase política.

No me merecen ningún respeto.

Gran artículo, como siempre :)

Juan y Fer dijo...

Hola,
Tienen demasiado poder, pero también son culpables los directores deportivos y algunos entrenadores.
Por otro lado,
recomiendo una página que he encontrado, en la que se recogen todos los fichajes y rumores de los grandes de europa. todo en la misma página, con lo que es muy fácil ponerse al día.
La página es:
http://www.factual.es/noticia/fichajes-a-todo-trapo/?noticia=166

un saludo

 
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