jueves, agosto 19, 2010

Mourinho y Guardiola, una cuestión de respeto

Una vez concretado el fichaje de Özil por el Real Madrid, Jorge Valdano, en la rueda de prensa de presentación del futbolista alemán, daba por cerrada la lista de incorporaciones para la presente temporada, quedando por solventar las bajas que configuren definitivamente la plantilla. Paralelo a tal anuncio, José Mourinho, también presente, agradecía el trabajo del club sentenciando que "El Real Madrid ha hecho inversión suficiente para que su entrenador respete a la entidad y a sus estructuras deportiva, directiva y económica".

Como de los errores se aprende, por mucha oposición, a veces involuntaria, que se tenga a reconocerlo, Florentino y Valdano han concedido a Mourinho todo lo que le negaron a Pellegrini: planificación deportiva, decisión de altas y bajas y gestión del vestuario. El fichaje de Carvalho como máxima expresión. El entrenador portugués equipara el respeto hacia su persona con la inversión en fichajes. No es hipócrita y lo reconoce. Dando por sentado que puede calificársele como uno de los mejores entrenadores del mundo, si no el mejor, es inteligente y sabe, por mucho que nos deleite a menudo con cierta arrogancia, que su trabajo seguramente no hubiera lucido tanto sin la presencia de Deco,Carvalho o Maniche en su Oporto Campeón de Europa, sin los fichajes que le proporcionó Abramovich en la etapa del Chelsea (Drogba, Robben, Cech, de nuevo Carvalho) o sin la facilidad de la que dispuso en el Inter de Milan para confeccionar un equipo a su medida. Un amigo siempre me decía que Johan Cruyff era un genio pero que le hubiera gustado verle entrenar al Osasuna o al Racing cuando salió del Barça. Y es cierto. Así mismo, también sabe positivamente Mourinho lo que supone que el dueño del club "te cuele" jugadores que no quieres, caso de Ballack o Shevchenko en su última época en Londres.

Mientras tanto, en Barcelona, la inversión en fichajes también es el caballo de batalla del verano. Imposible el fichaje de Cesc Fábregas, fuentes como Lu Martín (El País) o Martí Perarnau (Sport, El Periódico), habitualmente muy bien informadas sobre el pensamiento de Pep Guardiola, insisten en que la decisión del entrenador azulgrana sigue firme: "O Cesc o nada". La alineación de la Supercopa y la presencia diaria en los entrenamientos del primer equipo de Fontás, Sergi Gómez, Jonathan, Thiago, Víctor Vázquez y Oriol Romeu, parecen confirmarlo. También resulta obvio que a Guardiola no le importa demasiado si se marcha Ibrahimovic. Al mismo tiempo, los dos diarios de Barcelona, Sport y Mundo Deportivo, deslizan nombre tras nombre que a los pocos días se desvanecen en las volátiles páginas de un mes de agosto futbolístico. Guardiola, el otro candidato junto con su colega portugués al título símbolico de mejor entrenador de la actualidad, se ha equivocado en los fichajes de las dos últimas temporadas, compartiendo responsabilidad con Txiki Beguiristáin. Con Hleb, con Cáceres, con Ibra por aceptar su elevado precio, con Villa llegando un año tarde, con Chygrynskiy pese a que el ucranio quizá merecía una segunda temporada. Tampoco puede quejarse Pep de que su club no le ha respetado hasta ahora en términos de inversión económica, pero dada la situación financiera de FCB, ampliamente difundida por la propia directiva de Sandro Rosell, Guardiola parece decidido a actuar como hombre de club y no volver a malgastar dinero en fichajes. O si nos ponemos más drásticos, a lanzarle un órdago a su Presidente. Es consecuente por su parte rechazar gastar 15 millones en Özil cuando tiene 21 años, más o menos de la edad de sus jóvenes promesas del filial. No comparo, pero no es descabellado pensar que Thiago Alcántara, por ejemplo, puede ofrecer en breve un nivel parecido al talentoso ex jugador de Werder Bremen.

Nadie es infalible, cualquier gran entrenador de la historia del fútbol guarda cadáveres en su armario en forma de fichajes fallidos. Sin embargo, modestamente, si yo estuviera en el lugar de Florentino Pérez o Sandro Rosell, dejaría los fichajes, la última decisión, siempre en manos de Guardiola y Mourinho, por encima de Valdano, Pardeza, Bartoméu o Zubizarreta. Real Madrid y FC Barcelona están por encima de las personas, pero indiscutiblemente ambos merecen crédito.

2 comentarios:

Tiago Nogueira dijo...

http://footinmyheart.blogspot.com/

intercambio de enlaces?

abraço

Numantino dijo...

Eso de que el Real Madrid y el Barcelona están por encima de las personas me parece a mí una opiniçon un poco fascista, ¿no?

Yo no creo que Guardiola se haya equivocado con los fichajes. Lo que ocurre es que le han salido "ranas", que es cosa bien diferente. Quizás la única pega esté en la incorporación de Ibrahimovic, un tipo -y seguro que Guardiola estaría al tanto- bastante díscolo.

 
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