Ganada la batalla por el balón, con un adversario derrotado en el marcador pero no el césped, el FC Barcelona decidió en la segunda parte que ya estaba bien, que el 0-1 era un magnífico resultado para la vuelta y que con mantener la posesión de la pelota bastaría. El Arsenal, tras una primera parte en la que había logrado intercambiar golpes con la bestia azulgrana pero sin provocar sangre, parecía resignado a su suerte.
Quedaban veinte minutos de partido, y mientras Guardiola retiraba a Villa para introducir a Keita, Wenger guardaba a Song para apostar por Arshavin. Casualidad o no, le salió bien al entrenador francés. El Arsenal había aceptado su inferioridad desde casi el inicio del partido pero no su derrota. Muy agrupado, siempre detrás de la línea de balón azulgrana, se negó sin embargo a rezagarse en su propia área: defensa adelantada y a minimizar daños. Lo logró, en parte porque Messi no tuvo su noche de cara a gol y perdonó jugadas que normalmente no se le escapan. Liderados por Fábregas y construidos por un gigantesco futbolista llamado Wilshere, los gunners dieron la cara y se hicieron merecedores de su fama reciente. Si toda Europa dice que este es el mejor partido posible en la actualidad, contribuyamos a ello, debieron pensar. Así, Van Persie encontró el gol que persiguió durante todo el partido y ayudado por Valdés empató en medio de un impactante delirio sonoro en la grada. El Emirates fue por un día un Highbury duplicado y con mejores asientos.
Busquets, muy cerca de Cesc, se desplomaba en el césped segundos después de que Arshavin lograra el 2-1. Impecable, magistral, siempre en el sitio correcto y tras ofrecer una lección de buen gusto, fuerza e inteligencia como medio centro, vio, convertido en espectador de lujo, cómo ese pase de su amigo de Arenys que no pudo cortar iniciaba la jugada del gol definitivo. Quedaban siete minutos. Ya era demasiado tarde. Al Barça le faltó ambición, es un equipo construido y pergeñado de tal manera que corre más peligro si es conformista que si arriesga. Defender con el balón debió ser la idea, pero la falta de tensión también se nota en los pases. Y en la manera de terminar las jugadas en los alrededores del área. Quizá más que en cualquier otro aspecto del juego.
"Con 0-1 y un partido de vuelta priorizas otras cosas", dijo Guardiola sobre el cambio de Villa, sustituido el día en que mostró más lucidez en las últimas semanas. Menos escorado en la izquierda que habitualmente, aprovechó los movimientos de Messi a la perfección. Se marchó al vestuario y el Barça se quedó sin pólvora, desfondado Iniesta y enredado Pedro. No fue el mejor final. Xavi hizo autocrítica mientras Messi ya afinaba la puntería. Difícilmente fallará tanto dentro de tres semanas.
Foto: Miguel Ruiz (FCB).
FC Barcelona – RCD Mallorca
Hace 1 día
5 comentarios:
Estoy bastante de acuerdo aunque incidiría más en fallos puntuales que en el supuesto planteamiento conservador. Con un poco más de acierto arriba, sin tantas malas estregas con el equipo descolocado y con Valdés más pendiente de su primer palo, quizás la historia sería muy distinta... claro que es la vieja historia de 'si mi abuela tuviera picello'. Esperemos que en tres semanas, el equipo esté un poco más suelto, físicamente y que encaren el partido con inteligencia, sin arrebatos.
Grande Dani.
Es muy factible, pero como bien dices sería fútbol ficción. El caso es que no me gustó la segunda parte, del estilo de la primera en Gijón. Este equipo siempre tiene mucha continuidad, y no debe perderla.
http://cosasdeunperiodista.blogspot.com/
pequeño blog donde el tema principal es el fútbol.
Con un 0-1 en el marcador, ante un rival como el Arsenal, yo habría buscado el segundo y, si fuera posible, el tercero...
Odio ir a ver un juego lleno de jugadores retrogrados, por dicha cada vez que veo a el FC Barcelona no tengo ese problema,
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