miércoles, abril 27, 2011

Juego de tronos


Imposible negar la importancia de las batallas. Una época victoriosa no cambia de signo de buenas a primeras, sobre todo cuando es sostenida por algo más que los resultados. Pero la eliminatoria de Champions League, el premio de Wembley para quien la supere, con el honorable Manchester United esperando altivo y orgulloso, eterno, merece el esfuerzo.

Nadie con un mínimo de criterio va a comparar la Liga con la Copa del Rey, ni la categoría de la competición permite instrumentalizar la Champions como un desempate. Pero tres horas de fútbol a doble partido tras los antecedentes de los últimos años suponen un excelente corolario. Guardiola y su equipo ganaron el triplete hace dos años; Mourinho con el Inter hizo lo propio la pasada temporada. El Barcelona encadena su tercera temporada consecutiva al máximo nivel sin renunciar ni un ápice a su estilo y a su manera de entender el fútbol. El Real Madrid ha regresado con estruendo a la élite europea, reabre la vitrina y persigue en la Liga pese a que ya sabe que allí no tendrá fruto, confiado en que Mourinho es el pegamento necesario para convertir la inversión en resultados en el césped y la valentía en competitividad frente a un rival fabuloso.

Pese a los muy dignos discrepantes, el barcelonismo se reconoce en Guardiola y celebra su rueda de prensa de ayer, al tiempo que en Madrid los apoyos al entrenador son públicos y evidentes. El resultado del duelo europeo para el perdedor mantendrá a los fieles y hará despertar de su latencia a los advenedizos.

Pero el reto, el desafío, al final, es futbolístico. Los entrenadores intervienen, eligen la táctica, pero a veces ni consiguen que el jugador idóneo lance una falta, como Guardiola con Villa el sábado frente a Osasuna. El debate en el púlpito de las salas de prensa, interesante pero no decisivo, termina. Las previas condicionan y estimulan la emotividad de los futbolistas, pero cuando la pelota rueda todo cambia. Todos recordamos la mala puesta en escena del Barça en Roma 09 tras aquel vídeo de Gladiator, por poner un ejemplo. Cuando Pepe cabalga y consigue llegar a Xavi antes de que el balón haya sido tocado, no hay táctica, el físico se impone y la frustración aparece. Si el rondo fluye y la velocidad es la adecuada, como en la segunda parte de Mestalla, la excelente preparación se desvanece porque ves pasar el balón delante de ti sin opción a tocarlo. El jugador de balonmano del Barça Siarhei Rutenka, preguntado por el cansancio al tener que afrontar el partido en Ciudad Real enmedio de la durísima eliminatoria europea contra el Kiel, fue claro: "Con todos los respetos, esto no es ajedrez. El calendario es el que es y no nos quejamos. Somos profesionales, estamos acostumbrados y preparados para afrontar estos momentos. Ahora toca hacerse fuertes y aguantar".

Guardiola ha reconocido en alguna ocasión que la baja de Iniesta fue clave en la semifinal del año pasado contra el Inter, que con él hubieran tenido más opciones y alternativas para superar el catenaccio neroazurri de aquella noche. Busquets, Xavi y Keita fue el mediocampo azulgrana de ese partido, con el apoyo de Alves más adelantado desde la expulsión de Motta. Puede que lo mismo que hoy. No sirvió. Tampoco es probable que el Madrid esté tan atrás, pero Iniesta aporta su fútbol y, lo que es también muy importante, la pausa cuando todo el mundo corre con las revoluciones a tope y las decisiones se toman peor. También Messi posee esa virtud (o la tenía, al menos, antes de conocer a Pepe).

Mourinho en la previa al partido frente al Tottenham abundó en la calidad de un 0-0 como resultado para la vuelta. Le creo. Noventa minutos límites en el Camp Nou, mejor atmósfera de final que trayecto largo, a más tiempo disponible, más espacio para el fútbol y menos para la épica. Para la ida deberá decidir si mantiene el esquema de la final de Copa o recupera de inicio a uno de sus delanteros. Higuaín y Benzema se promocionaron ante el Valencia, al igual que Kaká, y Adebayor siempre es una opción del agrado de su entrenador. Quizá cualquiera de ellos amenace de nuevo la titularidad de Özil.


Alineaciones posibles

Real Madrid: Casillas, Arbeloa, Sergio Ramos, Albiol, Marcelo, Pepe, Diarra, Xabi Alonso, Özil, Di María y Cristiano Ronaldo.

FC Barcelona: Valdés, Alves, Piqué, Mascherano, Puyol, Sergio Busquets, Xavi, Keita, Pedro, Messi, Villa.

1 comentarios:

César Fuster dijo...

muy buen artículo ;)
te dejo el link de mi blog:
http://labellezadelftbol.blogspot.com/

 
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